Anníbal A

Convertir un espacio sin nada especial en algo espectacular es uno de los retos artísticos del diseño. Y honestamente, es uno de los más emocionantes y apasionantes desafíos para obtener lo mejor de un proyecto. Situado en el corazón de Santa Catalina, este ático transmite una sensación de tranquilidad en medio de una concurrida ciudad. Manteniendo sus tonos blancos y cremosos, pero añadiendo un toque de azul, se consigue esta atmósfera playera que se adapta a este estilo de vida costero. El apartamento en sí mismo deja pasar mucha luz natural gracias a su posición y a sus grandes ventanales.

Las escaleras de la sala de estar conducen a la azotea de este espectacular ático, con vistas impresionantes de los tejados de Santa Catalina. Esta joya única en su género consiguió hacer realidad los sueños más pintorescos de sus dueños. Estábamos muy contentos con el resultado.