El confort de la solidez

Existe un verdadero asombro cuando tenemos que intervenir con tanta profundidad como lo hicimos en este proyecto. Asombro por Mallorca, asombro por el modo de vida mediterráneo y un sólido respeto por una tradición.
Esta casa se reformó cuidadosa e íntegramente, con elecciones extremadamente detalladas guiadas por nosotros, con un enfoque cercano por parte de nuestro cliente y la sagacidad de un equipo entregado.

Remodelada hasta los huesos para recuperar su funcionalidad y devolverle el alma de una arquitectura atemporal, y añadiéndole una elegancia que sólo pueden aportar los detalles especiales de cobre.
Los acogedores espacios se abrieron para que fluyera libremente la lenta brisa vital y los materiales se eligieron por su tradición y calidez: aplicamos baldosas hidráulicas, identidad propia de la primitiva artesanía española, junto con cálida madera de roble, tanto en superficies como en mobiliario, a juego con la piedra local de Binisalem. La garantía de calidad la dieron las marcas elegidas, que nos han acompañado durante tantos años y nunca nos han defraudado, entre ellas Iconico para los electrodomésticos, Laufen para los lavabos y Mosaico del Sur para la labranza hidráulica.

El exterior se fundió en un continuo con la vida interior y se realzó brillantemente con tonos naturales, azulejos envejecidos vintage y, de nuevo, la luz del sol en el dorado cepillado de la ducha.
Cuando hacemos este tipo de proyectos, nunca estamos seguros de si enmarcamos la naturaleza o es la naturaleza la que enmarca nuestro meticuloso trabajo, de cualquier modo, el resultado final es tan hipnotizante y aporta tanta dignidad a lo que era una casa destartalada.

A través de las imágenes que te ofrecemos, estamos describiendo un edificio de 3 plantas en un paraje dorado de Mallorca. Un espacio abuhardillado lúdico diseñado con una bodega incluida, cuidadosamente curada para ampliar la experiencia del ocio. Una planta privada que alberga 3 dormitorios en la anidada tranquilidad de la isla y la acogedora planta baja principal con terrazas dobles. El plazo de finalización fue de algo menos de 9 meses, un pequeño gran milagro dado el alcance de las obras.

Renovamos lo que había que renovar, respetamos lo que era digno de respeto y elevamos lo que sabíamos que aportaría a la fórmula matemática un coeficiente de dicha, haciendo que la experiencia de vivir se elevara no sólo funcionalmente, sino también estéticamente.

Un espacio sólido aporta comodidad y tranquilidad, así como la sabiduría de darse cuenta de la importancia de los detalles.